Hace ya muchos años, prácticamente desde finales del siglo XIX hasta la segunda mitad del XX, las grasas se catalogaron como las culpables de hacernos engordar y empeorar nuestra salud en general. En aquella época, se demonizaron a las grasas y se ensalzaron a los carbohidratos como la base de nuestra pirámide alimenticia. Esa situación no duró mucho, ya que diferentes estudios, experimentos y las estadísticas tan desalentadores que se manejaban, dejaron ver claramente que a pesar de haberse reducido en la población de manera considerable el consumo de grasas, tanto los índices de obesidad como de enfermedades cardiacas no disminuyeron si no que siguieron aumentando. En ese momento los carbohidratos o hidratos de carbono, pasaron a ocupar ese infame lugar que antes ocupaban las grasas, ahora ellos eran los nuevos culpables y responsables de todo, de nuestro sobrepeso y de nuestra mala salud.
Esta caza de brujas a los hidratos de carbono durante los últimos años ha provocado que a muchas personas les de auténtico pánico consumirlos por el temor, principalmente, de acumular grasa corporal. En los estamentos más cercanos a este mundillo de la forma física ya se ha superado esta etapa de catalogar como «malos» a los hidratos de carbono». Sin embargo si atendemos a la población general, gente que entrena, que se cuida, que quiere mantenerse en forma, Todavía vemos como una y otra vez se recurre a dietas bajas en carbohidratos o dietas Cetogénicas con prácticamente carbohidratos a cero.
Entonces… ¿Qué debo pensar acerca de los HIDRATOS DE CARBONO?
Lo importante es que si estás leyendo esto, ya te puedes olvidar de que los carbohidratos sean culpables de nada. Tanto la acumulación de grasa corporal como la causa de ciertas enfermedades son debidas a varios factores, como por ejemplo, el número de calorías que entran en tu cuerpo respecto a las que salen, la genética, la actividad física, incluso la salud mental, etc, etc. Se han hecho estudios fiables que demuestran que no hay diferencias entre dietas altas en carbohidratos respecto a dietas altas en grasas, siempre que calorías y proteínas se mantengan estables. Está más que demostrado que lo que importa es la calidad de los alimentos que ingerimos y su cantidad, es decir, el número de calorías. Ningún alimento hace engordar por si solo, y mucho menos un nutriente, como lo es el carbohidrato. Por otra parte hay carbohidratos y carbohidratos… no es lo mismo una manzana que un puñado de gominolas, a pesar de ser iguales en carbohidratos y calorías. igual que si hablamos de grasas no es mismo la grasa del pescado azul que la grasa de un bollicao, por ejemplo.
Señoras y señores, sigue sin haber secretos, come bien, muévete, entrena fuerza, descansa, gestiona el estrés y disfruta, y la grasa permanecerá lejos de tu cuerpo.